Los rumores acerca de la proximidad del lanzamiento del servicio de suscripción de pago a vídeos de YouTube se mantienen activos. Los últimos, según ha recogido la web especializada en tecnología Recode, afirman que éste podría estar listo a finales del mes de octubre. Y aunque, como siempre, no hay confirmación oficial por parte del portal de Google, sí hay algo que podría indicar que dichas especulaciones están en lo cierto: su último mensaje a los youtubers.
El servicio de vídeos se ha dirigido en un correo electrónico a sus principales creadores de contenido, informándoles, una vez más, de que deberán actualizar su consentimiento con los términos del servicio, es decir, aceptar las nuevas condiciones que YouTube les impone, y que tienen como fecha límite para hacerlo el 22 de octubre. Si antes de esa fecha los usuarios que suben vídeos no han dado su consentimiento expreso a las condiciones del servicio sin anuncios del portal –ése del que dicen que se llamará YouTube Red- sus vídeos dejarán de estar disponibles en éste. Para algunos, es una señal de que, como indican los rumores, el YouTube de pago llegará este otoño.
Hace casi un año que se sabe que este nuevo modelo contempla también la posibilidad de involucrar a proveedores individuales de contenidos, que podrían ofrecer la suscripción a canales específicos de temáticas determinadas dentro de toda la oferta de YouTube. Hace un año ya, el portal de vídeo implementó la opción de que los creadores de canales concretos de vídeo pudiesen cobrar una pequeña tarifa a sus seguidores por ver su contenido.
Lo cierto es que no es la primera vez que la llegada del YouTube de pago parece inminente. Ya a mediados de la pasada primavera se filtró entre la industria el rumor de que el servicio estaría listo a finales de verano. El lanzamiento paralelo de otro servicio de pago, YouTube Music Key, todavía en beta, el pasado otoño, también generó cierta confusión sobre la fecha de llegada de su equivalente en vídeos.
En pleno auge del streaming de pago, con plataformas como Netflix (películas y series) o Spotify (música) en la cresta de la ola, el portal de Google sorprendió al mundo con la noticia de que había decidido poner un punto y aparte a diez años de contenidos gratuitos con publicidad con un nuevo servicio de pago y sin anuncios. De acuerdo con los rumores que circulan en la industria de los contenidos online, los planes de YouTube pasan por que tanto su servicio de música de pago como el de vídeos sin anuncios tengan un coste mensual de 10 dólares en un paquete combinado para sus abonados.
La consejera delegada de YouTube, Susan Wojnicki, que desde su llega al sillón de CEO en 2014 ha estado buscando nuevas formas de monetización, se ha referido desde el principio al asunto comparando un modelo como el de las suscripciones de pago sin publicidad con la oferta de aplicaciones freemium disponibles en la actualidad para los smartphones.
Según Wojcicki, la existencia de dos servicios, uno financiado por anuncios, y otro de pago pero sin publicidad, ofrecería a los usuarios de YouTube una mayor capacidad de decisión en cuanto al servicio del que quieren disfrutar y permitiría, además, a su juicio, mejorar la experiencia de quienes acceden al portal a través de dispositivos móviles.
